15 Ene Startups. El lado emocional de una tasación informática
Una de las cuestiones más emocionantes y agradecidas de una tasación informática es cuando te sientas con un cliente y te cuenta el proyecto en el que ha estado trabajando durante un tiempo. Es especial cuando hablamos de startup, como se han esforzado, como tienen ilusión, con pocos medios pero grandes ideas y preparación para alcanzar la situación de punto de partida.
Hoy fue uno de esos días en los que conoces a alguien que te transmite que hay vida en los emprendedores, que hay muchas posibilidades con ideas que lo cambiaran todo en muchos sectores. Esta tarde estuve con un nuevo cliente con un potencial de negocio en su startup tremendo, que optará a Emprendetur y que solicita mis servicios de tasación informática para poder optar con mayores garantías.
Hablamos de una APP y un portal web para el sector hostelero con amplias posibilidades. Con capacidad para crecer y ayudar a la hostelería que tanta falta hace en estos tiempos de crisis.
En mi reunión le explique cómo hacemos las tasaciones, las partes que conlleva con un ejemplo real (sin datos económicos). Como mezclamos la parte estratégica, con la parte TI, con un cálculo objetivo y una valoración, en tres escenarios, que nos llevan a concluir un valor de tasación serio y bien defendido para que aquella entidad o inversor que lo vaya a evaluar entienda que, mi experiencia y mi metodología, es seria, con fundamentos, con estudios de mercado…
Conocer otras estrategias que uno no pensó, otras formas de llegar al target objetivo, como montar la pirámide de necesidades de sus clientes objetivos, como pivotar en el caso que una línea de la estrategia no sea pragmática sin lamentaciones y sin derrotismos, es fascinante, nunca paras de aprender.
Diría que lo anteriormente comentado y la posibilidad que está en mis manos de ayudar a startups y emprendedores a obtener la financiación hacen de mi trabajo como tasador judicial informático una gran suerte para mí, como profesional pero sobre todo como persona.